miércoles, 20 de mayo de 2015

Ciudad Vieja: Espectaculares sándwiches en un grato ambiente.

En pleno corazón del Barrio Bellavista se ubica un local que para mi se ha transformado en uno de mis favoritos, pero no porque esté de moda, sino por su propuesta culinaria: Ciudad Vieja.

Si bien en hora punta y en días específicos puede que esté lleno y haya que hacer fila para tener una mesa, para quienes tienen paciencia (yo no la tengo), bien vale la pena la espera.

Ciudad Vieja, a mi parecer es un lugar preciso para ese momento de relajo post jornada laboral o para esa típica reunión de ex compañeros.

Sin lugar a dudas su fuerte son los sándwiches, ¿El motivo? Una propuesta creativa, estamos hablando de emparedados únicos, no el típico barros luco, chacarero, etc, sino que hubo tiempo invertido en tener sabores propios.

De hecho platos típicos de distintas zonas geográficas, fueron convertidos en sándwich: Patasca atacameña, curanto chilote, pollo teyiraki, etc.

Dentro de la veintena de posibilidades mi favorito es el de 'Ají de gallina'. Pollo desmenuzado y cocinado en una crema espesa de ají amarillo con lechuga, salsa criolla, papa cocida y aceituna morada. Me resulta atractivo y suelo pensar: “¿Cómo no me ocurrió antes?”, el ver que el plato típico de la cocina peruana pudo ser llevado a un emparedado. La gracia es que SI tiene el sabor y la textura de un ají de gallina del país vecino. Se ve que al momento de ser preparado está hecho con conocimiento acerca de esta preparación, algo que he reclamado en otros comentarios, de lo que suelo llamar 'pollo al curry', pero que en otros restaurants llaman 'ají de gallina internacionalizado a nuestro paladar', que eufemismo más feo para señalar que probablemente lo aprendieron a hacer en un tutorial de youtube. Insisto, felicitaciones al chef de 'Ciudad vieja', por conseguir el real sabor del 'ají de gallina'.

Hay que destacar otra fortaleza de 'Ciudad vieja': El tamaño. No son sándwiches pequeños, cumplen su labor: Saciar el hambre y no dejar al comensal con la sensación de haber degustado un canapé.

De hecho, confieso no lo he probado, pero siempre me ha llamado la atención por su definición, el 'Gato viudo': Medio metro de lomo a lo pobre con cebolla tiernamente caramelizada. Tienta y creo que pronto sucumbiré a él.

Otro de mis favoritos en 'Ciudad vieja' es la 'Tabla chilena'. Arrollado de huaso, queso de cabra quemado, pichanga, empanaditas y sopaipillas con chancho en piedra. Es para dos, aunque la verdad yo la he comido sólo.

Para beber hay una gran carta de tragos, cervezas y vinos. Yo raramente bebo alcohol, por lo que mi acompañamiento en 'Ciudad vieja' es un jarrito de limonada pica y hierba buena o frambuesa-naranja. Ambos muy refrescantes.


¿Dónde? Constitución 92, Barrio Bellavista.

jueves, 7 de mayo de 2015

Ante una bandeja paisa en 'Madera y Carbón' sólo queda decir: ¡Sí, sí, Colombia, Sí, sí, Caribe!

Me gusta Colombia, disfruto su música, me encanta el vallenato, la salsa (Cali la capital mundial), adoro su cultura, su educación, su personalidad amistosa. Gracias a mi trabajo he tenido la suerte de conocer tres de sus ciudades: Barranquilla, Cartagena de Indias y Medellín.

Supongo a estas alturas notarán que escribiré acerca de un restaurant de comida colombiana.

Curiosamente muchas veces he escuchado que la comida colombiana tiene poca variedad de platos, lo que considero algo erróneo. Si me parece que se han internacionalizado poco.

Me gustan las variedades de arroz, el de coco, muy rico. Algo que creo sí o sí asocio con este caribeño país de nuestro subcontinente son sus jugos, con sus distintas frutas tropicales. Sus pescados son ricos y el sancocho es casi un ritual.

Hoy quiero comentar acerca de 'Madera y Carbón' ubicado a pasos de Ricardo Cumming, en el Barrio Brasil.

El local es amplio, con una linda y amigable decoración. Por la pared está lleno de diferentes modelos de sombreros 'vueltiaos', que son un símbolo de la colombianidad, también hay distintos tipos de carriel (un bolso masculino) y banderas de la nación cafetera. La música obviamente es típica, aunque la vez que fui sólo sonaron salsas y extrañé los vallenatos de Leandro Díaz (de hecho no aguanté la tentación y mientras escribo escucho 'la diosa coronada').

Bueno, pero es hora de entrar al área. La atención es muy buena, amistosa y educada. Por cierto, debo reconocer que para mi no hay nada más seductor que una dama con acento colombiano y tratándolo de 'usted'. (disculpen me desvié del tema)

Al momento de pedir entrada, si bien las empandas colombianas son muy ricas, creo que tienen que elegir entre las 'Arepitas Madera y Carbón' (Para conocer un poco más de las arepas ver: http://www.saboresymassabores.blogspot.com/2015/01/la-negrita-hamburguesas-arepas-y-jugos.html) o Sancocho. El sancocho es una sopa de ave con verduras, que para mucho es un plato nacional. Para que se hagan una idea, es algo muy parecido a nuestros consomé.

De plato de fondo, no puedo no pedir la 'Bandeja paisa', si bien es una comida netamente de una zona geográfica y cultural, finalmente es el plato más conocido internacionalmente. Advierto, es una bomba calórica, pero exquisita.

Veamos, la bandeja paisa se llama así, uno, porque lleva una importante cantidad de ingredientes y en abundancia, entonces se sirven en platos que prácticamente parecen bandejas y dos, porque es originario de la cocina paisa (Antioquia, Caldas, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y parte del norte de Tolima).

Vamos develando que lleva la bandeja paisa. Arroz blanco, eso, ninguna ciencia. Carne molida a la plancha. Un detalle en comparación a nuestra carne molida, tengo la certeza de que la colombiana es mucho más molida, porque queda más chiquita. Espero hacerme entenderme. Bueno esta carne molida que lleva la bandeja paisa no es aceitosa, al contrario, es seca. También lleva un buen trozo de chicharrón.

Sobre el arroz se ubica un huevo frito y a al costado un chorizo. Generalmente sobre la carne molida se pone un arepa, por último, una mitad de palta se ubica en algún espacio. Ahora todo lo que acabo de enumerar ocupa la mitad del plato/bandeja y marcando este límite hay un plátano maduro. La otra mitad se ocupa con porotos.

La verdad en buen chileno “hay que tener guata” para comerse una bandeja paisa, pero en 'Madera y Carbón' quedan tan ricas, tan bien preparadas, tan contundentes, que creo que al ir a este lugar el que no come una se pierde una experiencia culinaria casi única.

Todo esto en mi opinión hay que finalizarlo con el viaje a otra región de la bella Colombia: la costa, y que mejor que con un pie de coco cartagenero.

Ahora confieso desconocer que es lo mejor, en cuanto a bebestible para acompañar tanta comida. En mi caso no bebo alcohol, así que suelo tomar jugos. En 'Madera y Carbón' se pueden tomar en agua o en leche, esta segunda opción con algunas frutas quedan deliciosos. Atrévanse a experimentar con nuevos sabores como el de lulo, curuba o tomate de arbol, también puede probar de otras frutas tropicales ya mas familiares para nosotros como maracuyá, guanábana, mango, piña, guayaba o mora.


Para cerrar la experiencia en 'Madera y Carbón', un aguardiente antioqueño ¡Salud!