lunes, 2 de marzo de 2015

Puerto De la Barra (Comida mediterránea)

Tuve la suerte de ir a conocer Puerto De la Barra gracias a una invitación de Zomato. Antes de continuar, no se por qué siento la necesidad de confesarme poco aventurero en cuanto a sabores nuevos. Luego de esta ventana continúo. Había escuchado mucho acerca del Barrio Italia y los buenos restaurantes que cobija y por lo mismo me sentó de maravillas el voucher para visitar Puerto De la Barra, lo que se puede resumir en una confortable jornada.

La primera señal positiva en cuanto a lo que viviría en Puerto De la Barra, fue cuando a las 15:30 horas realicé una visita previa para hacer algunas consultas (Fui personalmente por la cercanía del local con mi trabajo) y fui recibido como si me conocieran de toda la vida. Una recepción amistosa marca la diferencia.

Ya en la noche la atención fue deferente, detallista y amistosa. La entrada fueron unos Rolls Thai Kani Kama, los que estaban envueltos en papel de arroz, rellenos de queso crema, lechuga, palmitos o kani kama y palta. Estos quedaban muy ricos con la limoneta oriental con que venían acompañados. En cuanto a sabor, reconozco me costó habituarme a la textura del papel de arroz, la que encuentro un poco gomosa. Pero en cuanto a la proporción de sabores, era la precisa, ningún ingrediente anulaba a otro.

De fondo pedí un Solomillo de cerdo a la catalana. Esto era el típico filete de cerdo marinado en finas yerbas, acompañado de una pequeña porción de tortilla catalana (en verdad que era pequeña, esperaba mucho más en cantidad y sabor de ésta) y vegetales salteados en aceite de oliva. Sobre el solomillo nada que decir, estaba a punto y sabroso (El solomillo es el único corte de cerdo que puede comerse 'a punto'). Ahora confieso que al momento de comer carne a mi me gusta muy cocida, casi seca o como yo le llamo: “tipo rueda de bicicleta”, por lo que pedí que me la cocieran más. Cuando el plato llegó a mi mesa pensé: “Guatié. Este plato es chico y quedaré con hambre”. Error, la porción era totalmente adecuada, es más, terminé apenas.

Lo mejor vino al momento del postre. Helado de queso philadelphia con vodka y salsa de berries. El helado era más bien salado, por lo que el dulzor lo daba la salsa de frutos rojos. La verdad, la salsa era poca, pero justo en ese momento se acerca el propio chef a preguntar acerca del postre y al saber de que estaba un poco escaso de salsa, él fue por más y agregó unos trozos de queso azul para mezclarlos con el helado, exquisita opción.

Para el final una pequeña pero grata y amistosa conversación con el dueño, que tuvo la deferencia de acercarse a la mesa, detalle que se agradece.


En cuanto al local, es cómodo, aislado de los ruidos de la ciudad, buena iluminación, con un toque hogareño que da la madera. La única crítica que se podría hacer (por lo menos al ir en verano) es que se encierra mucho el calor, pues el Sol da de frente durante el atardecer. Se supliría ese detalle agregando un par de ventiladores.  

Crédito fotografía: PuertoDeLaBarra.cl 

No hay comentarios:

Publicar un comentario